Cuidando al cuidador
Compartir la vida con una persona con síndrome de Down puede provocar estados de fatiga y estrés. El cuadro de cansancio depende de las propias características manifiestas del síndrome en cada caso, de cuán comprometido sea su estado de salud, de su edad, sus destrezas, pero también delas posibilidades de recibir apoyo y de nuestras fuentes de información, de los recursos económicos con los que contemos y de las oportunidades generales de vida. Lo cierto es que las personas que viven con un familiar o allegado con exigencia de cuidados y ciertos niveles de dependencia pueden desarrollar un estado de sobrecarga física y afectiva que se conoce como e síndrome del cuidador. En esta publicación dedicamos unas páginas a describir cuándo alarmarnos por esta circunstancia, pero sobre todo —poniendo en práctica nuestro espíritu optimista de intervención positiva y posible— cómo prevenirla, superarla, recuperarnos y mantener nuestro bienestar.